Guía de piscinas

El cloro: desinfectante principal

El cloro es el producto más utilizado para desinfectar el agua de las piscinas. Permite eliminar las bacterias, los virus y los microorganismos que pueden desarrollarse en el agua estancada. Su popularidad se explica por su eficacia y su coste relativamente asequible.

• Formas disponibles: Se presenta en forma de pastillas, gránulos o líquido. Los gránulos se suelen colocar en un skimmer o difusor flotante, mientras que la versión líquida se suele utilizar en sistemas de tratamiento automático.
• Dosificación: la concentración de cloro recomendada es de entre 1 y 3 mg/l. Una dosis demasiado alta puede provocar irritación cutánea y ocular, mientras que una dosis demasiado baja da lugar a la proliferación de bacterias.
• Tratamiento de choque: En caso de agua turbia o de uso intensivo de la piscina, una cloración de choque permite restablecer rápidamente un nivel de desinfección eficaz.

Para mantener un nivel óptimo de cloro, se recomienda analizar el agua con regularidad y ajustar la dosis en función de las condiciones climáticas y la afluencia de bañistas.

El bromo: una alternativa eficaz y suave

Menos irritante que el cloro, el bromo es una excelente alternativa, especialmente para piscinas climatizadas. Es más estable a altas temperaturas y permanece activo durante más tiempo, incluso bajo el efecto de los rayos UV.

• Ventajas: El bromo es inodoro, no causa irritación y sigue siendo eficaz incluso cuando el pH del agua está ligeramente desequilibrado.
• Dosis: Se recomienda una tasa de 1 a 2 mg/L para una eficacia óptima.
• Coste: Es un poco más caro que el cloro, pero su eficacia prolongada lo convierte en una inversión interesante para los propietarios de piscinas climatizadas o cubiertas.

El bromo es una solución ideal para aquellos que buscan una alternativa más suave al cloro sin comprometer la eficacia del tratamiento.

Correctores de pH

Un buen equilibrio del pH es crucial para garantizar la eficacia de los productos de mantenimiento y la comodidad de los bañistas. Un pH mal ajustado puede provocar diversos problemas:

• pH demasiado bajo (< 7,2): El agua se vuelve ácida, lo que puede provocar irritaciones cutáneas y oculares, así como la corrosión de los equipos.
• pH demasiado alto (> 7,6): La eficacia del cloro se reduce, lo que favorece el desarrollo de algas y depósitos calcáreos.

Los correctores de pH permiten ajustar estos niveles:

• pH Plus: Se utiliza para aumentar el pH cuando es demasiado ácido.
• pH Moins: Reduce la alcalinidad y estabiliza el agua si el pH es demasiado alto.

Analizar el agua regularmente con tiras reactivas o un medidor electrónico permite ajustar estos parámetros en tiempo real.

Antialgas: prevención y tratamiento

Las algas pueden invadir una piscina en pocos días si no se realiza un mantenimiento adecuado. Para evitar este problema, se recomienda encarecidamente el uso de un antialgas preventivo.

• Antialgas preventivo: Añadido regularmente, previene la proliferación de algas antes de que se instalen.
• Tratamiento curativo: En caso de agua verde, un antialgas de choque combinado con una cloración intensa permite restablecer un agua cristalina.

Una buena circulación del agua y una filtración eficaz refuerzan la acción de los antialgas.

Clarificantes y floculantes: para un agua cristalina

Los clarificantes y floculantes son útiles para mejorar la transparencia del agua eliminando las partículas en suspensión.

• Clarificantes: Actúan haciendo que las partículas sean más finas, lo que mejora su captación por el filtro.
• Floculantes: Aglomeran las impurezas formando copos más grandes, que luego se eliminan por aspiración.

Estos productos son especialmente eficaces después de una alta afluencia de público a la piscina o en caso de filtración insuficiente.

Productos antical

Si el agua es dura, puede provocar depósitos de cal en las paredes y en el sistema de filtración.

• Consecuencias: El exceso de cal puede obstruir las tuberías, reducir la eficacia de la calefacción y obstruir el filtro.
• Solución: Un producto antical previene la aparición de depósitos y protege los equipos.

También se puede considerar el uso de un descalcificador de agua para reducir la dureza del agua.

Guía de compra: ¿qué productos elegir para un mantenimiento eficaz?

Con una amplia gama de productos de mantenimiento en el mercado, es importante elegir bien los que se ajustan a su tipo de piscina y a sus necesidades específicas.

• Piscinas de cloro: Opte por pastillas multifunción que combinan cloro, antialgas y estabilizador para un mantenimiento simplificado.
• Piscinas de bromo: Opte por pastillas de bromo y un difusor para una liberación continua.
• Piscinas con oxígeno activo: Este tratamiento ecológico es suave para la piel, pero requiere una supervisión más rigurosa.

Un buen mantenimiento se basa en un equilibrio entre desinfectantes, reguladores de pH y productos específicos. Adopte una rutina adecuada para garantizar un agua limpia y saludable durante todo el año.